MIÉRCOLES 29 DE JUNIO DE 1994
CRÍTICA FLAMENCA
Pepe Isidro, en Las Colonias
Texto: Manuel Sánchez .
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(Pepe Isidro en plena actuación en la Peña Flamenca de Las Colonias, Huelva. Al toque: José Manuel Domínguez)
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.Desde hacía bastante tiempo, el cantaor Pepe Isidro tenía verdaderas ganas de actuar en un jueves flamenco de la Tertulia de Las Colonias, pero la verdad es que por una causa o por otra, siempre justificada, no pudo ser hasta esta ocasión, la que nos deparara el poder escuchar al Hijo del genial 'Paco Isidro', que tanta gloria le diera el fandango de Huelva.
...La noche, olía a flamenco y, para ello, por parte del secretario de la entidad pronunció una charla sobre la figura de Manolo Caracol; motivo este que distingue un poco a esta pequeña tertulia, que se caracteriza siempre por las reuniones con un tema flamenco, antes de empezar la guitarra, el cante o el baile.
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Semblanza
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...Posteriormente, se hizo una breve semblanza del cantaor de turno, en la que lógicamente, hubo de imperar la genial figura cantaora de su progenitor. Y ya, con la guitarra de José Manuel Domínguez, jovencísimo 'tocaor' que va a más, irrumpe en el tablao el cantaor. José Manuel supo adaptar el 'toque' a las cadencias y estilo tan peculiar que impone Pepe Isidro a sus cantes, que no era tarea fácil, siempre teniendo en cuenta, que era la primera vez que actuaban juntos. Con una voz timbrada, lenta y hasta parsimoniosa, Pepe inició su actuación con unos fandangos de Cabezas Rubias, Santa Bárbara, Valverde y Almonaster, de bellísima factura... Siguió con unos fandangos naturales, creación de su padre, casi inéditos, que despertaron en el ambiente un sabor a rancio, que empezaba a hormiguear en los 'duendes'. Luego, para dar una variedad a su actuación, consiguió unas pausadas granainas y media, bien marcadas, a pesar de lo difícil que son estos cantes, para adaptarlos a sus facultades y estilo personal, cosa que también hizo con la interpretación de tres dulcísimas malagueñas.
...Sin ningún tipo de intermedio, como suelen hacer algunos cantaores, siguió con un extenso recorrido de fandangos de antiguas grabaciones de discos de 'Pizarra' de su padre, en donde Pepe desarrolló su arte, que calaba en los asistentes, sobre todo en lo que encerraba el contenido de sus letras, poco 'escuchás' y tan sencillas como perfectas.
...De nuevo, un cambio a las tarantas, con una voz que es totalmente contraria a la que caracteriza a la del minero, pero que el cantaor, con su consecución, demostró que se puede cantar cualquier estilo, sin importar qué tipo de voz, pudiera corresponderle a cada cante... Pepe Isidro estaba a gusto y, precisamente, pertenece al tipo de cantaor que gusta mucho más, cuando se le ve, que se tiene que 'pelear' con el cante.
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Buena actuación
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...Remató su buena actuación, con unas preciosas seguidillas bíblicas, lentas, muy lentas, que por bien hechas y por añejas, fueron sencillamente de ensueño. El silencio de la noche solo se rompió al final, cuando las gargantas de los presentes, dijeron al unísono "bien de verdad los dos". Como colofón, se le impuso al cantaor, los distintivos de la tertulia en plata.
...Posteriormente, se hizo una breve semblanza del cantaor de turno, en la que lógicamente, hubo de imperar la genial figura cantaora de su progenitor. Y ya, con la guitarra de José Manuel Domínguez, jovencísimo 'tocaor' que va a más, irrumpe en el tablao el cantaor. José Manuel supo adaptar el 'toque' a las cadencias y estilo tan peculiar que impone Pepe Isidro a sus cantes, que no era tarea fácil, siempre teniendo en cuenta, que era la primera vez que actuaban juntos. Con una voz timbrada, lenta y hasta parsimoniosa, Pepe inició su actuación con unos fandangos de Cabezas Rubias, Santa Bárbara, Valverde y Almonaster, de bellísima factura... Siguió con unos fandangos naturales, creación de su padre, casi inéditos, que despertaron en el ambiente un sabor a rancio, que empezaba a hormiguear en los 'duendes'. Luego, para dar una variedad a su actuación, consiguió unas pausadas granainas y media, bien marcadas, a pesar de lo difícil que son estos cantes, para adaptarlos a sus facultades y estilo personal, cosa que también hizo con la interpretación de tres dulcísimas malagueñas.
...Sin ningún tipo de intermedio, como suelen hacer algunos cantaores, siguió con un extenso recorrido de fandangos de antiguas grabaciones de discos de 'Pizarra' de su padre, en donde Pepe desarrolló su arte, que calaba en los asistentes, sobre todo en lo que encerraba el contenido de sus letras, poco 'escuchás' y tan sencillas como perfectas.
...De nuevo, un cambio a las tarantas, con una voz que es totalmente contraria a la que caracteriza a la del minero, pero que el cantaor, con su consecución, demostró que se puede cantar cualquier estilo, sin importar qué tipo de voz, pudiera corresponderle a cada cante... Pepe Isidro estaba a gusto y, precisamente, pertenece al tipo de cantaor que gusta mucho más, cuando se le ve, que se tiene que 'pelear' con el cante.
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Buena actuación
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...Remató su buena actuación, con unas preciosas seguidillas bíblicas, lentas, muy lentas, que por bien hechas y por añejas, fueron sencillamente de ensueño. El silencio de la noche solo se rompió al final, cuando las gargantas de los presentes, dijeron al unísono "bien de verdad los dos". Como colofón, se le impuso al cantaor, los distintivos de la tertulia en plata.
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.(Crítica Flamenca. Manuel Sánchez. Huelva Información. Miércoles 29 de junio de 1994)
